El rol articulador de los presidentes de directorios
- T+
- T-
Luis Hernán Paúl
En diversas oportunidades me han preguntado sobre cuál es el factor más crítico para el correcto funcionamiento de los directorios de empresas. Mi respuesta siempre ha sido que no creo que haya un factor que por si sólo baste para lograr que un directorio opere bien y que es necesario precisar al menos tres factores, los cuales son contar con directores ad-hoc a las necesidades de dirección que tiene la compañía, tener claro el rol que corresponde cumplir al directorio y disponer de un presidente con las capacidades requeridas para el debido ejercicio de su rol.
En esta columna me quiero referir a este último factor, por ser un tema que en varias empresas en Chile, aunque no en la mayoría, no recibe debida atención de parte de sus accionistas controladores, los cuales son en la práctica los que determinan a la persona que ocupa esta posición.
Para visualizar la importancia de los presidentes es conveniente tener en cuenta que los directorios operan como grupos colegiados y los grupos requieren ser liderados para operar eficazmente y proveer dicho liderazgo es justamente la principal función de los presidentes. Por lo tanto, la simple existencia de un presidente no es suficiente. Lo que importa realmente es que éste ejerza debidamente su rol. Cuando esto no ocurre se generan diversos problemas. Se desordena y se hace menos efectivo el intercambio de opiniones, se dificulta el avance en el entendimiento de los temas y la toma de decisiones, se hace un uso poco eficiente del tiempo y se dificulta la priorización de las materias a tratar en los directorios. Para evitar este tipo de inconvenientes, un recurso que en ocasiones se utiliza en algunas empresas, es el asignar al vicepresidente del directorio parte de las labores del presidente.
Ahora, otro aspecto fundamental a tener presente es que el liderazgo que se espera de los presidentes en los directorios es diferente al que entregan los gerentes generales en las empresas. En efecto, a diferencia de los gerentes generales que tienen subalternos, los presidentes tienen pares, lo cual hace una gran diferencia en la toma de decisiones. En efecto, los presidentes no están para tomar las decisiones teniendo en consideración las posturas que tienen los directores y el gerente general, sino que para conducir eficientemente la interacción entre éstos para efectos de adoptar como grupo las decisiones.
Liderar un directorio involucra también otras labores. Una importante es hacer un uso efectivo de las capacidades y experiencias de los demás directores. Otra es generar las condiciones para que los directores trabajen efectivamente como grupo, para lo cual un elemento crítico es su involucramiento en el trabajo previo a las reuniones de directorio. En especial asegurarse que la agenda de las reuniones cubra debidamente las materias más relevantes, atendida la situación en que se encuentra la empresa y el cumplimiento de las diversas funciones que caben a los directorios. Asimismo es importante que se preocupen de que las fuentes de información que tienen los directores, en especial el material que se les entrega previo, durante y entre los directorios, así como el trabajo que se realiza en los comités sea funcional a las necesidades del directorio.
Otra labor fundamental que tienen es la de manejar las tensiones que surgen a veces entre los directores, y entre éstos y el gerente general. Para ello es fundamental que pongan especial atención en crear las condiciones para que exista una dinámica apropiada entre las partes.
Se trata por ende de una función que es extraordinariamente clave, la cual no cualquier director tiene las condiciones requeridas para ejercer correctamente, pero sí una que todos los directores valoran que se ejerza bien, ya que no sólo perciben que es indispensable para que los directorios funcionen adecuadamente sino porque además hace más productiva y grata su propia labor.